Hoy día, en países tercermundistas se puede sentir vergüenza porque no existe la formación para adultos como propósito; llega un momento en la vida de las personas en el que se empieza a pensar que ya están formados, desestimando la educación bajo la creencia de que los adultos no siguen aprendiendo.
Aprender es diferente de estudiar (eso se sabe) pero se cree que naciones en las que la educación para personas mayores continúa, estos serán países que se destinen a formar mundos desarrollados.
La educación tiene como propósito la investigación, ésta desencadena la creación, tecnificación, invención y desarrollo social. Este artículo pretende propiciar que la educación no sea sólo para jóvenes y se vuelva una obligación para adultos.
Se pretende propiciar aquí a que se identifique la educación como una dedicación para obtener más de lo que merecemos en nuestras vidas y así quizá, salir del cruel futuro al que simplistas personas automáticamente se destinan, aboliendo la creencia insana mencionada tres párrafos arriba.
Existe un termino que determina lo que podría ser una buena educación para adultos, la andragogía, según esta dirección en internet: http://es.wikipedia.org/wiki/Andragog%C3%ADa la andragogía es la pedagogía que maestros emplean para enseñar a los adultos. A su vez, la andragogía estima que la educación para adultos conlleve al perfeccionamiento de herramientas para el trabajo de los mayores; Además se espera que con el empleo de la Andragogía adultos continúen involucrando la educación para sus vidas y que esta práctica orientada por maestros proporcioné motivaciones en personas mayores.
Por otra parte, es preponderante mencionar aquí que la andragogía aunque no es sinónimo de educación es la expectativa que quiere generar desarrollo y continuación de estudios en personas mayores.
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